La ciudad de Ítaca se encuentra totalmente gozosa de saber que la bella Penélope, esposa del rey Ulises, se encuentra a momentos de dar a luz a su primogénito Telémaco, pero la alegría no dura demasiado, pues Troya les ha declarado la guerra, cosa que Ulises debe arreglar y hace jurar a Penélope que lo espera hasta el momento en que su hijo comience a tener barba antes de pensar de nuevo en el matrimonio.
Ulises sale de Ítaca rumbo a tomar su destino con Troya, su ejército se compone de bellos guerreros que se les da romper la formación de Ítaca al grado que perdieron a Aquiles, gran guerrero.
Al momento del contrataque se construyó el famoso Caballo de Troya, que consiste en un caballo hecho de madera que resguarda a todos los guerreros de Ítaca y al momento en ser depositado como “Trofeo de Rendición” dentro de las murallas de Troya, se espera a la noche y se comete el asalto, derrotando a los troyanos.
Ésta estrategia es un éxito para Ítaca y Ulices se encuentra en la mejor suposición pero, cometió uno de los peores errores posibles, no reconoció a los grandes dioses por su gran triunfo, sino que los desprecia y hace a un lado.
En consecuencia por su alta traición, Poseidón, dios del océano y los mares, le jura jamás dejarlo volver a su hogar ni a él ni a sus valerosos guerreros a menos que aprenda una valiosa lección: “Los humanos no son nada sin la ayuda de los Dioses”.
Ahora Ulises desea regresar a casa, y en sus intentos desesperados viaja por tierras inhóspitas, lugares alejadísimos de Ítaca y sus alimentos y bebidas se encuentran al límite.
Los monstruos y criaturas que enfrentan van desde una isla habitada por cíclopes, una bruja que altera el tiempo y transforma en animales a todo hombre que beba su vino con miel, la visita a la cueva de un dragón come hombres y hasta el conocer al Dios del Viento y a la bella Calipso.
Mientras tanto, su hijo esta a punto de poseer la edad suficiente de tener una barba y con el deseo de triunfar ante la búsqueda de su padre, busca respuestas por los gobiernos circundantes.
Ulises logra despojarse de la isla de Calipso y se encuentra que su hijo tiene ya veinte años y su esposa está a punto de elegir a un nuevo marido, por ello, Ulises, disfrazado gracias al poder de Atenea, le propone un reto a todo aquel que desee la mano de Penélope, el cual consiste en tensar su arco y hacer pasar una flecha a través de doce pequeños agujeros. Ésta prueba delata su identidad y la venganza de Telémaco es consumada asesinando, junto con su padre Ulises, a todo aquel que se atrevió a decir que el Rey había muerto.
Finalmente, después de veinte años de ausencia, Ulises regresa a los brazos de su bella Penélope, tan pura y delicada como la recordaba.
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